"Si… ¿Pero cómo hago para olvidarla si aún la amo?". Esta es una de las preguntas más frecuentes que en algún momento de nuestra vida nos hacemos las personas, chicos y chicas.
Creo
que cada persona normal en este planeta, ha sido amada sin lograr amar,
y cada uno de nosotros hemos amado sin ser correspondidos. O al menos, hemos sido correspondidos, y algo ha pasado, que nos ha arrebatado lo que más queríamos en ese momento.
Debo aclarar algo,
quien espere
encontrar en este artículo cinco palabras mágicas para pronunciar y
hacer olvidar como por arte de magia a esa persona especial, está,
totalmente perdido. Esas
cinco palabras no las encontrará aquí, ni en otro blog ni en todo el internet, no existen.
Creo que todos conocimos en algún momento de nuestra vida, a una
persona que nos cambió para siempre, nada fue lo mismo después de ella.
Nos hizo conocer la emoción de sentirnos vivos al lado de alguien, nos hizo vivir, amar, sentir, sufrir y olvidar (
o quizás algunos están ahora en el proceso).
Esa persona en mi vida, se llama Laura. Quiero creer que hubo una "Laura" en la vida de cada uno de nosotros, y un "Lauro" en la vida de cada una de ellas.
Conocemos a una persona con quien nos sentimos compatibles, sentimos
una química inigualable. Actuamos nerviosos, ingenuos, inseguros,
hacemos mil torpezas, pero todo avanza lentamente, todo mejora poco a
poco. Empezamos a sonreír tontamente mientras vemos la vida
tornarse color rosa, escribimos poemas, dedicamos canciones, y nos
sentimos satisfechos si logramos ser especiales, valorados y tomados en
cuenta por esa persona.
En el mejor de los casos, todo avanza bien, mejora la confianza, la
intimidad, y el tiempo que compartimos juntos. Vivimos intensamente,
haciendo tonterías, locuras, dejándonos llevar, y convirtiéndonos en una
versión estúpidamente feliz de nosotros mismos. Creemos, desconfiamos, nos aburrimos, nos divertimos, lloramos, reímos y extrañamos a esa persona.
Hay mil formas de que las cosas salgan mal. Quizás convertimos todo
en una rutina contagiosa que no nos satisface, pero tampoco nos permite
terminar de una buena vez. O quizás empezamos a sentirnos inseguros,
provocando peleas, discusiones, desconfianza, y alejando lentamente a
quien queremos cuando pretendemos acercarnos. Tal vez somos nosotros
quienes nos aburrimos, empezamos a descalificar todo, y al final
terminamos por buscar a alguien más. Lastimamos, herimos, mentimos y
hacemos mil tonterías. Somos lastimados, heridos, engañados, y no logramos entender el comportamiento de nuestra pareja.
Pero sentimos un ligero y adictivo
placer al recordar cada día, cada instante, escuchando canciones,
releyendo mensajes y cartas, recordando y culpándonos por todo lo que
puso ser y nunca fue.
Las cosas no salen como las habíamos imaginado, sencillamente porque no imaginábamos (razonablemente). Más bien, idealizábamos,
dibujábamos en nuestra mente una historia de película romántica donde
lográbamos superar todos los obstáculos, y al final, corríamos a
encontrarnos con esa persona, nos abrazábamos, nos decíamos cuanto nos
amamos, seguíamos juntos. No llovía en temporadas de lluvia, no había calentamiento global, no había especies en peligro de extinción y teníamos hijos como conejitos.
Si, es verdad, creíamos que todo era una novela rosa, y no, no lo
era. Está muy lejos de serlo, tampoco quiero decir que todo va mal.
Debemos aprender a vivir en el mundo que nos tocó vivir.
¿Son malas las malas experiencias? Por supuesto que no.
Las experiencias más fuertes e intensas en nuestra vida son aquellas
que nos marcan para siempre, las superemos o no, son esas experiencias
las que forman nuestra personalidad, débil o fuerte, fiel a nuestros
ideales o sumisa a los de los demás, optimista o negativa.
Muchas de las personas más ricas en el mundo, lo son porque fueron
pobres, odiaron serlo y lucharon por nunca volverlo a ser, lo
consiguieron. Muchas de las personas que no acomodaban en ningún sitio,
que hallaban un rumbo fijo, al final lo encontraron, tenemos a
científicos, artistas, etc. Muchas de las personas que queríamos mejorar nuestra habilidad para seducir, estamos en esto, estudiamos, nos pintamos los ojos (¿o
sólo lo hago yo? Maldito friki, jajaja) y salimos a practicar (menos
cuando llueve mucho, que me jode tener que cargar una sombrilla).
En fin, la carencia es el volante que nos conduce a lograr la abundancia.
Bien, todo esto, y volvemos a la pregunta del principio: ¿Cómo hago para olvidar?
Una tendencia muy común entre las personas que sufren por amor, es
encerrarse en su recámara, alejándose de todo. Acostarse en su cama,
recordar, extrañar y llorar. Escuchar canciones de amor todo el tiempo, y
tratar de olvidar, de una forma totalmente incoherente, recordando.
Como aquellas canciones que dicen "ya te olvidé, ya no te amo y ya ni te
recuerdo", joder ¿Sólo yo me doy cuenta que ese tipo de canciones son una contradicción en sí mismas?
Debemos partir de ciertas premisas, ciertas bases científicas para entender qué hacemos mal, y porqué cuesta tanto olvidar:
- 1. No te Auto-Hipnotices: Deja de escuchar
canciones de amor sufrido y malherido. Esas canciones que te repiten una
y otra vez que eres un miserable y que no eres ni vales un rábano si no
tienes a esa princesa maravillosa y sin defectos a tu lado.
- 2. Sal y diviértete: ¿Quién te dijo que pasarías esa etapa de depresión dejando a un lado todo lo que te gustaba y te motivaba?
O sea, sufres de amor, y además de eso, evitas divertirte, evitas
salir, y evitas hacer las cosas que te gustan y te motivan. Joder
¿Juegas a tu favor, o contra ti mismo?
- 3. Piensa y desengáñate: Es común, muy común,
pensar que no hay una persona igual a la que queremos en todo el mundo.
Creer que nunca encontraremos a una persona tan especial y que nada,
nunca, volverá a ser lo mismo. Caray, hace falta pensar un poco, allá
afuera, no en tu casa, no en el msn, no en el chat. Allá afuera, en la
calle, en la vida real, hay millones de personas ¿Cuáles son las probabilidades de encontrar una persona igual a la que queremos? Honestamente, muy pocas. Pero, hagámonos otra pregunta ¿Cuáles son las probabilidades de encontrar a una mejor a la que queremos, una persona con la que congeniemos más y que haya más química? Tomando en cuenta el crecimiento poblacional en el planeta, y que, obviamente, allá afuera hay millones de personas, pues tus probabilidades son gigantescas. Sal, conoce a 1000 personas más, sal con 50 de ellas, y si después me dices que ninguna te convence, entonces prueba cono conocer personas de tu mismo sexo, eres gay.
- 4. La vida no es una novela rosa: Deja de
planear un encuentro mágico y maravilloso donde tú dices unas cuantas
palabras mágicas, esa persona te dice que te ama, y los dos terminan
haciendo el amor en una isla desierta bajo la sombra de un eclipse
solar. Si podemos hacer las cosas bien, acertar en donde hemos fallado,
si podemos lograr lo que nos proponemos, si podemos cambiar, si podemos
reconquistar, si pueden volverse a enamorar de nosotros. Pero eso, es cuestión de actitud,
no de palabras, no de flores y chocolates. Una frase vacía escrita en
una hoja de oro, sigue siendo una frase vacía. Una frase profunda
escrita en una hoja maltratada y vieja, es una reliquia. Tú eres esa
frase, lo demás, es la hoja.
- 5. No te tengas lástima ni autocompasión: Soy viejo, soy fea, estoy gorda, soy pobre, soy pelón, soy bajita.
Quizás eso no se puede cambiar, pero si le sumamos tu lástima por tu
mismo, serás un viejo triste, una fea triste, una gorda triste, un pobre
triste, un pelón triste, o una chaparrita triste. Perdona que sea un
poco rudo, frío, o directo, pero no debemos ser tan egocéntricos, no
somos los únicos feos, pobres, gorditos, o viejos en el mundo. Hay
muchos más, pero con lástima por nosotros mismos, somos de esas personas
cobardes que no se atreven a luchar y remar en contra de la marea.
- 6. Piensa por ti: A veces agregamos valor a
una persona porque sabemos que le agrada a nuestros amigos, o a nuestra
familia, o simplemente, porque sabemos que alguien más la considera
especial. Eso tiene una explicación psicológica, evolutiva y científica,
es normal que tomemos en cuenta el valor social que tiene una persona.
También nuestros ancestros se mataban entre ellos por una mujer, eso
también tiene una explicación psicológica, evolutiva y científica, y ¿Por eso andamos matando gente por allí? No. Entonces, piensa que eres tu quien decide en tu vida y es a ti a quien afectan tus decisiones.
- 7. Da vuelta a la página: Yo no voy a decir
que no estés triste, que no extrañes, que no llores. Llorar es bueno, es
bueno liberarnos, desahogamos. Así que si en verdad te sientes MUY, MUY MAL,
ve a tu recámara, apuñala a tu almohada, córtate un mechón, arráncate
una uña, pícate un ojo, grita, llora y patalea toda la noche. Pero al
otro día tempranito, párate, báñate, y sal, porque todo este tiempo, el mundo ha girado sin ti.
Yo he caído en la mayoría de errores que he mencionado. Hace 5 años
hubiera deseado que alguien llegara, me diera dos zapes, cinco
cachetadas, un abrazo, y luego de mi incrédula reacción, me hubieran
dicho estas 7 reglas.
Antes he dicho que no hacía cinco palabras mágicas, si las hay, pero no son fáciles.
Vive-Tu-Vida-Para-Ti
Si te ha gustado el artículo, quizás también quieras saber cuál fue mi historia.
"¡Sí!… ¿Pero cómo hago para olvidarla si aún la amo?"
Es una pregunta muy frecuente y en algún momento de nuestra vida todos la hemos hecho, hombres y mujeres, chicos y chicas.
Esa etapa en tu vida cuando piensas que estás tan solo y nadie puede entender tu dolor.
Adivina algo… no estás solo.
Es más normal de lo que parece y justo en este momento hay miles
de personas sintiendo algo similar a lo que sientes tú. Personas que han
sido amadas sin lograr amar o amado sin ser correspondidos, aunque es
más difícil cuando eres correspondido y pasa algo que rompe todas las
ilusiones y te arrebata a quien más querías en aquel momento.
Me gusta ser honesto, no vas a encontrar aquí
cinco palabras mágicas
para pronunciar e inmediatamente olvidar como por arte de magia a esa
persona única y especial, y si lo esperabas, estás perdido, no las
encontrarás aquí, ni en otro blog, ni en todo el internet, en ningún
lado porque no existen.
¿Conociste
a una persona que te cambió para siempre y nada fue lo mismo después de
ella? Yo también, en esa etapa de mi vida me hizo sentirme emocionado y
vivo a su lado, me hizo vivir, sentir, amar, me hizo un tonto sonriente
simple y muy feliz, y luego me hizo sufrir y desear olvidar. Yo lo
pasé, sigo vivo y muy feliz, agradezco que haya pasado y desde aquí todo
se ve diferente, pero quizá tú aún estás en ese agujero de sombras,
angustia e incertidumbre.
Te voy a contar cómo me pasó a mí…
Conocemos a una persona con quien nos sentimos compatibles,
emocionados, sentimos una química inigualable, actuamos nerviosos,
ingenuos, inseguros, hacemos mil torpezas, pero todo avanza lentamente,
todo mejora poco a poco.
Empezamos a sonreír tontamente mientras vemos la vida tornarse
color rosa y con nueva energía cada día escribimos poemas, dedicamos
canciones, y nos sentimos satisfechos si logramos ser especiales,
valorados y tomados en cuenta por esa persona.
En el mejor de los casos todo avanza bien, mejora la confianza,
la intimidad, y la calidad del tiempo que compartimos juntos, extrañamos
a esa persona día y noche y soñamos con ella. Vivimos intensamente
haciendo tonterías, locuras, dejándonos llevar, y convirtiéndonos en una
versión estúpidamente feliz y radiante de nosotros mismos.
Creemos, desconfiamos, nos aburrimos, nos divertimos, lloramos, reímos y extrañamos más a esa persona.
Luego hay mil formas de que las cosas salgan mal…
- Quizás convertimos todo en una rutina contagiosa que no nos
satisface pero tampoco nos permite terminar de una buena vez, una
espiral de pequeños errores, una colección de malos hábitos en una
relación.
- Quizá empezamos a sentir inseguridad provocando peleas,
discusiones, desconfianza, y alejando lentamente a quien queremos cuando
sólo queríamos estar más cerca.
- Quizá somos nosotros quienes nos aburrimos y empezamos a
descalificar todo, a ser intolerantes, distantes, indiferentes y/o estar
siempre de mal humor
- Quizá llega alguien más que nos hace sentir de nuevo esa
emoción del principio, o quizá llega alguien más… a la vida de ella y
nos la arrebata lentamente.
Lastimamos, herimos, mentimos y hacemos mil tonterías. Somos
lastimados, heridos, engañados, y no logramos entender el comportamiento
de nuestra pareja.
¿Por qué todo es tan diferente? ¿Qué cambió? ¿Qué pasó?
A veces olvidamos que una relación valiosa debe cuidarse como todo lo
que vale la pena, es como si el amor tuviera un manual de instrucciones.
No es el fondo del agujero, aún seguimos cayendo, tropezando y haciéndonos daño...
Sentimos un ligero y adictivo placer al recordar cada día, cada
instante, cada promesa, escuchando canciones, releyendo mensajes y
cartas, pensando en todos los planes hechos cenizas, culpándonos por
todo lo que puso ser y nunca fue, y nunca será.
Las
cosas no salen como las habíamos imaginado, sencillamente porque no
imaginábamos, sólo idealizamos, dibujábamos en nuestra mente a alguien
perfecto, una historia de película romántica donde todo pasaba, donde
lográbamos superar todos los obstáculos y al final, corríamos a
encontrarnos con esa persona, nos abrazábamos, nos decíamos cuanto nos
amamos, seguíamos juntos y todo era rosa una vez más, no llovía en
temporadas de lluvia, no había calentamiento global, no había crisis
mundial, no había especies en peligro de extinción, teníamos hijos como
conejitos y todo iba bien.
Sí, es verdad, creíamos que todo era una novela rosa, y no, no lo
era, las novelas de amor las hace un escritor con el destino en la
punta de una pluma, una verdadera historia de amor la escriben dos
personas con lo que hacen cada día.
La vida real es diferente, a veces va muy mal y a veces va
espectacular, es así y no podemos ignorar que en carne propia es más
intenso, así es el mundo donde nacimos y así seguirá.
¿Son realmente malas las malas experiencias?
Claro que no, las experiencias más fuertes e intensas en nuestra
vida son aquellas que nos marcan para siempre, aquellas que nos hacen
ver el mundo de una forma diferente para siempre y las superemos o no,
son esas experiencias las que forman nuestra personalidad, nuestro
carácter y quiénes somos. Es cuando estamos en el límite, seguimos y
somos fuertes para siempre, o nos detenemos y somos débiles también para
siempre, si aceptamos la prueba ganamos convicción, fortaleza y somos
fieles a nuestros ideales, si huimos o agachamos la mirada cargaremos
eso siempre, cada día. Es la elección más difícil de un momento y sus
consecuencias serán para siempre: optimismo o depresión, fortaleza o
cobardía, felicidad o infelicidad.
Las
personas más exitosas fracasaron varias veces, los ricos fueron pobres, y
las personas fuertes no lo fueron siempre, cuando tuvieron la elección
odiaban sentirse abatidos y pequeños, lucharon con fuerza y coraje para
nunca volver a sentirse así, lo consiguieron hasta estar del otro lado y
poder entender que el reto que parecía una montaña inmensa era sólo un
pequeño montón de tierra que cubría los ojos.
¿Qué nos dirían esas personas? Que agradecen la oportunidad de superar la prueba y convertirse en quienes son.
En fin, sientes tristeza y dolor, quiere decir que sientes mucho
coraje, haz algo con él, conviértelo en la fuerza de voluntad para
seguir adelante a pesar de que todo te lo impida, sobreponte y
persevera, dale la vuelta.
Estás listo para volver a la pregunta del principio y responderla.
"¿Pero cómo hago para olvidarla si aún la amo?"
Hay una tendencia común entre las personas que sufren por amor.
Se encierran en una burbuja donde sólo cabe uno, alejándose de todo.
Llegar a la recámara, acostarse, recordar, extrañar, culpar y
llorar. Escuchar canciones de amor roto todo el tiempo, y tratar de
olvidar de una forma totalmente incoherente, recordando.
¿Has hecho algo así últimamente?
Hazlo sólo para comprobar que hay una extraña adicción a la depresión y al sufrimiento:
Empiezas por "
Mientes | Camila" o "
Me dedique a perderte | Alejandro Fernández", cuando estás de verdad muy mal "
El triste | José José" y si bien te va, algo más sobrio como "
If You're Gone | Matchbox Twenty".
Es decir, "
Ya te olvidé, ya ni te recuerdo", "
Ya no te amo, te odio", "
Todo es mi culpa, soy lo peor", "
Soy feliz siendo miserable", y así sucesivamente metiéndote más dentro en el agujero de culpa y autocompasión que tú mismo empezaste a cavar.
Ahora te toca a ti, es tu etapa, todo es tan difícil y se siente
tan dentro, tan intenso a flor de piel, si supieras exactamente qué
hacer no buscarías respuestas, así que déjame ayudarte pero más que eso,
"
ayúdate tú mismo o nadie más podrá", recuerda que no hay palabras mágicas.
1 | No te auto-hipnotices
Deja de escuchar canciones de amor sufrido y malherido,
esas canciones que te repiten una y otra vez que eres miserable y no
eres ni vales nada si no tienes a esa princesa o príncipe maravilloso y
sin defectos a tu lado.
2 | Sal y diviértete
¿Quién te dijo que pasarías esa etapa de depresión
dejando a un lado todo lo que te gustaba, te motivaba, te apasionaba y
te hacía feliz?
Sufres de amor, y además de eso, evitas divertirte, evitas salir,
y evitas hacer las cosas que te gustan y te apasionan ¿Yo no lo
entiendo, y tú? ¿Yo estoy contigo, y tú?
3 | Desengáñate, sé objetivo
Es común, demasiado común pensar que no hay una persona en todo
el mundo igual a la que queremos. Creer que nunca encontraremos a una
persona tan especial y que nada, nunca, volverá a ser lo mismo.
Hace falta pensar un poco, allá afuera, no en tu casa, no en la
computadora, no en el Facebook, ¡allá afuera!, en la calle, en la vida
real, hay millones de personas.
¿Cuáles son las probabilidades de encontrar a una persona igual a
la que queremos? Honestamente muy pocas, pero cambia la pregunta:
¿Cuáles son las probabilidades de encontrar a alguien mejor?
Una persona con la que congeniemos más y que haya más química,
nuevas y más intensas emociones, nuevas experiencias, otro mundo para
compartir.
Tomando en cuenta el crecimiento poblacional en el planeta, y que
obviamente allá afuera hay millones de personas, pues tus
probabilidades son gigantescas. Sal, descubre y conoce a mil personas
más, haz doscientos amigos, ten cincuenta citas, da 10 nuevos primeros
besos, y si después me dices que nadie te convence, entonces prueba con
tu mismo sexo porqué probablemente eres gay.
4 | La vida no es una novela escrita sobre un papel
Deja de masturbarte mentalmente planeando e
imaginando un encuentro mágico y maravilloso donde tú dices unas cuantas
palabras mágicas, luego esa persona te dice que te ama y los dos
terminan haciendo el amor en una isla desierta bajo la sombra de un
eclipse solar y un pianista de fondo.
Puedes hacer las cosas bien, acertar en donde antes fallaste,
puedes lograr lo que te propones, puedes cambiar, puedes reconquistar,
puedes enamorar a alguien más, a muchas personas más. Pero eso es
cuestión de actitud, no de palabras, no de flores y chocolates, no de
imaginación, sino de estar en el lugar y en el momento donde las cosas
pasan ¡vamos!
5 | No te tengas lástima ni autocompasión
"Soy viejo", "soy fea", "estoy gorda", "soy pobre", "estoy
pelón", "soy bajita". Quizá sí y algunas cosas no puedas cambiarlas pero
si le sumamos tu lástima por tu mismo, serás un viejo triste, una fea
triste, una gorda resignada, un pobre mediocre, un pelón desagradable, o
una chaparrita sin gracia. Perdona que sea un poco crudo, frío, cruel o
directo, pero no quieres inútiles palmaditas en la espalda.
Deja de ser tan egocéntrico, no somos los únicos
feos, pobres, gordos o viejos en el mundo. Hay muchos más, pero si le
agregas lástima por ti mismo, serás además alguien cobarde que no se
atreve a luchar y dar la cara y todo por sí mismo.
A veces es cuestión de actitud
Una frase vacía escrita en una hoja de oro
sigue siendo una frase vacía, una frase profunda escrita en una hoja
maltratada y vieja, es una reliquia. Tú eres esa frase, lo demás es la
hoja.
6 | Piensa en ti
A veces agregamos valor a una
persona porque sabemos que le agrada a nuestros amigos o a nuestra
familia, a veces simplemente porque sabemos que alguien más la considera
especial. Eso tiene una explicación psicológica y natural, es normal
que tomemos en cuenta el valor y preselección social que tiene una
persona. También en épocas salvajes nuestros ancestros se comían entre
ellos, a eso supongo que también se le encontraría una explicación
natural pero no por eso andaremos comiendo gente por allí.
Cuando hagas el balance de pros y contras y tomes decisiones
importantes, piensa que eres tú quien decide en tu vida y es a ti a
quien afectan tus decisiones, procura estar bien.
7 | Da vuelta a la página
Yo no te pediría que no estés triste, que no extrañes, que no te
duela o que no llores, llorar es bueno, tienes que expresarte,
desahogarte y sentirte libre.
Así que si en verdad te sientes muy, muy mal y no puedes más, entonces ve
a tu recámara, destroza una almohada, córtate el cabello, arráncate las
uñas, avienta el celular al suelo, grita, maldice, llora y se alguien
idiota toda la noche. Pero al otro día temprano, párate, báñate, has algo con tu cabello y sal, porque todo este tiempo el mundo ha girado sin ti.
... al tener tantos errores alguien hubiera llegado a ponerme los pies en la tierra, a decirme que soy el único miserable por mi tristeza y el único responsable de mi felicidad, habría deseado algo fuerte incluso para entender y madurar.
Antes dije que no había cinco palabras mágicas, si las hay pero no son fáciles:
"Vive tu vida para ti"
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